No quemes tus barcos mientras navegas
Muchos emprendedores quieren salir de un trabajo que les deja dinero, es un trabajo estable y tienen este sueño de emprender, de salir adelante e independizarse, pensando que es el momento de lanzarse y quemar sus barcos.
Quemar los barcos mientras navegas, es un grave error.
Esta analogía proviene de cuando Hernán Cortés llegó a México y para evitar que los españoles escaparan o se regresaran, quemó los barcos y así no tendrían forma de regresar.
El problema de esto, es que la mayoría de los emprendedores queman sus barcos cuando todavía están navegando.
Hernán Cortés no quemó los barcos cuando seguían navegando, los quemó al llegar a tierra.
En el mundo del emprendimiento, todavía no tienen idea del negocio que harán, ni cómo lo harán, si es o no rentable, si es algo que los podrá ayudar a vivir o si es algo que el mercado quiere.
La mayoría de las personas se desespera en el emprendimiento.
Emprender no es ganar dinero instantáneamente, no es de un día para otro.
Es posible que haya gente que tenga éxito rápidamente, pero la mayoría de las personas que queman sus barcos, les entra miedo, ansiedad y angustia.
Lo ideal es capitalizarte y empezar a generar ingresos en tu emprendimiento.
Sigue trabajando con ganas y utiliza lo que generas para pagar tu nuevo proyecto.
De esta manera, tu trabajo financia tu emprendimiento.
En el momento en el que éste empiece a generar ingresos y se vuelve negocio porque es redituable, en ese momento decides quemar los barcos, una vez llegado a tu objetivo.
Cuando no se hace de esta manera y renuncias antes de tiempo, si el emprendimiento tarda en levantarse, te desesperas, tus ingresos se van poco a poco consumiendo y empiezas a generar deudas.
Ya no hay con qué levantar el emprendimiento.
Por eso, mientras continúas en tu trabajo habitual, aprovecha las horas libres para investigar y dedicarle tiempo al proyecto.
No renuncies mientras sigas en el mar. Tendrás que buscar otro barco y quizá al primero que pase.
Probablemente ni te guste y ni tengas el tiempo para seguir emprendiendo.
El proceso es: Quedarte en tu trabajo, mientras emprendes, investigas, lo validas y ahora sí te preparas para quemar tus barcos.
Quizá te de miedo y te resulte difícil, pero no es imposible.
El miedo te indica que te estás enfrentando a algo nuevo y estás saliendo de lo conocido.
Cuando quieras quemar los barcos asegúrate de no seguir sobre él y haber llegado a la orilla, en cuanto toques tierra, ese es el momento de quemarlos.