Todo tiene solución
“Todo tiene solución menos la muerte”.
Es una frase que escucho constantemente y es muy cierta.
Todo tiene solución, incluso siendo una situación muy complicada.
Cuando realmente crees que todo tiene solución, se vuelve un pensamiento
constante.
Comienzas a volverte alguien ingenioso, al que se le dan los recursos y te
llega fácilmente lo que necesitas para resolver las cosas.
Cuando tienes claro el qué y el por qué, el cómo se vuelve mucho más
sencillo, pues tus intenciones son claras y lo suficientemente poderosas, así
que las respuestas y las soluciones, se te presentan de una manera más
accesible.
Escuchado así pareciera que estoy hablando de un acto de magia, pero no es
así.
Recuerda que tus pensamientos se convierten en acciones.
Cuando tengas un problema, relájate y respira.
Piensa que la solución te llegará y busca todas las alternativas posibles, por
más descabelladas que parezcan, pues estás haciendo una lluvia de ideas y
quizá una idea te lleve a otra y puede ser la que necesitas.
A veces nos estresamos y nos ahogamos en un vaso de agua y con el tiempo
nos damos cuenta que no era tan grave y no valía el estrés.
En la vida tendremos muchas situaciones de retos para resolver y la
mayoría de las veces, lo realmente complicado no es en sí la situación, sino
la forma de interpretarlo.
Nuestra forma de reaccionar muchas veces depende de cómo
interpretamos lo que nos pasa.
“Cuando cambias tu manera de mirar las cosas, las cosas que miras
cambian”