A veces tenemos muchos sueños y metas de cómo queremos ser y de lo que

queremos llevar a cabo.

Algunos de estos sueños no se terminan de consolidar.

Hay algo que faltó y no sabes realmente qué.

Puede ser que la solución sea evaluar tu día.

Antes de dormir, puedes hacer un recuento de todo lo que hiciste, de cómo

te sentiste y de esta forma estarás más consciente de qué te falta hacer y de

qué puedes mejorar o cambiar para lograr lo que quieres.

Puedes anotar en una libreta todo lo positivo que viviste ese día, lo que

puedes mejorar y lo que vas a implementar.

De esta forma te será más fácil darte cuenta de lo que haces y sobre todo de

buscar las herramientas que necesitas para lograr tus metas.

Al estar consciente de tu día, te ayuda a estar más presente del

momento, a no quedarte en el pasado y a no vivir fantaseando del futuro.

Ésta es una gran herramienta para evitar la frustración y la tristeza.

Te sentirás más feliz, en paz y en conexión contigo.

Una vez que comiences a hacer de este hábito una rutina, te será muy fácil

llevarlo a cabo.

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