No confundas metas con sueños
Muchas veces se habla de las metas, que deben de ser claras, alcanzables y medibles. Y que los sueños sólo se quedan en las nubes.
Y la realidad, es que las metas son una pequeña parte de los sueños.
Si sólo tenemos metas, sólo tenemos el proceso, de hecho, la meta es el proceso para convertirte en tu sueño.
La meta es el proceso para llegar a donde quieres llegar, para convertirte en la persona en la que te quieres convertir.
El sueño es algo mucho más grande.
Si sólo tienes metas, sólo harás pequeños procesos, que te tienen estancado en la vida que quieres vivir.
De pronto, te preguntas, ¿Por qué no puedes vivir una vida más grande y plena?
Y no es que no puedas, sino que te estás quedando en una pequeña parte del proceso. Sólo tener metas.
Cuando defines un sueño en tu vida, es algo mucho más grande que no estás viviendo en este momento y empiezas a buscar esa vida más grande y expandida, esta parte que no se queda atorada en tus circunstancias, en tu historia, sino que proyectas: “x” años a partir de ahora, ¿Dónde quieres estar?
Si lo ves desde el punto de vista de las metas, te quedas corto, no llegas a 10 años con metas, porque éstas están muy arraigadas a tus circunstancias actuales, a lo que en este momento estás viviendo, por lo que te quedas estancado creyendo que no podrás.
En cambio, cuando visualizas la parte del sueño, en ese momento, abres tu mente y sin importar tu historia o circunstancia, te preguntas:
¿Qué tipo de vida quieres tener?
¿Qué tipo de vida quieres vivir?
En una versión mucho más expandida de quien eres en este momento.
Soñando con esa versión más expandida y plena de quién eres en este momento, en ese punto es desde donde partes hacia dónde vas.
Creas este sueño y visión a 10 años a partir de hoy, mucho más grande.
Cuando tienes un sueño, lo deconstruyes y lo partes en pequeñas metas, de 1 , 2, 3 meses.
Un sueño de 3, 5 ó 10 años lo divides en pequeñas metas en las que empiezas a trabajar.
El sueño no necesariamente es alcanzable hoy, pero sí en “X” años.
Cuando empiezas a diseñar tu sueño, no es importante que sea alcanzable en este momento, eso es una meta, a corto plazo y accionable.
El sueño lo trabajas a lo largo del tiempo.
No hay que confundir sueños con metas.
Si tienes bien diseñado tu sueño y pones un plan de acción de metas a lo largo del camino, se vuelve algo muy alcanzable:
Viaja en el tiempo a 3 años en el hoy del 2024, como si ya estuvieras ahí viviendo ese resultado y escribe todo lo que amarías en todas las áreas de tu vida, cómo amarías sentirte, qué hay a tu alrededor, quién está alrededor de ti, de forma muy específica, en positivo y en tiempo presente.
Nadie alcanza sus sueños, te conviertes en ellos.
¿Qué tienes que hacer para convertirte en la persona que vive sus sueños?
¿Cuál sería tu primera meta para convertirte en esa persona?
Tienes que cambiar la mentalidad y pensar como la persona que vive ya esa meta.
Primera meta: ¿Cómo vive/siente esa persona?
Empiezas a trabajar en esa meta.
¿Qué resultados debes tener en 3 meses para que lo que diseñaste de aquí a 3 años sea real?
Y de esta manera eso ya es medible y alcanzable.
Los sueños deben de retarte y dar miedo porque son grandes y te hacen salirte de tu zona de confort.
Deja de lado la vida para la que te alcanza y crea la vida para la que estás hecho.