Hemos llegado a mitad de año y a veces nos preguntamos si todo lo que hemos hecho ha valido la
pena.
Si hemos llegado a nuestra meta o si todavía nos falta camino por recorrer.
Si vale la pena cambiar de rumbo, cambiar de trabajo, de giro o de residencia.
La verdad es que nunca es tarde para continuar o para reinventarte.
Muchas veces lo que nos detiene a tomar estas decisiones es el miedo.
Es normal sentirlo, siempre y cuando no nos paralice.
He pasado por 4 momentos en mi vida en donde me he tenido que reinventar y claro que he sentido
miedo, pero he decidido seguir siempre adelante.
Actualmente estoy reinventándome.
Decidí dejar el proyecto en el que estaba, Fórmula de Lanzamiento, en donde ayudé a miles de
alumnos a lanzar sus productos y servicios al mundo digital.
Y ahora regreso a dar cursos con mi comunidad, a ayudar a coaches, psicólogos, terapeutas,
creadores de contenido, etc., a venderse bien y a dejar de abaratar sus productos o servicios.
Esto lo hacemos porque nos da miedo, porque de pronto sentimos que no vamos a poder vender o que
nadie nos va a querer comprar.
Nos saboteamos al momento de poner los precios.
Dudamos de nosotros mismos.
Es por eso que es importante cambiar nuestra mentalidad financiera.
Cuando el miedo se apodera, preguntémonos qué es lo que vamos a hacer con ese miedo, qué
estamos sintiendo, pues es válido sentirlo, lo que no debemos permitir es que nos detenga y mucho
menos cuando vamos en la dirección de nuestros sueños creando el negocio y la vida que
merecemos.
Recuerda que las decisiones difíciles son incómodas, pero siempre nos harán crecer.
Vence el miedo y sigue adelante.
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