Todos tenemos partes en nuestras vidas que nos gustan y otras que no tanto pero, ¿qué lo causa?
¿Quién es el responsable de lo que no me gusta en mi vida?
¿Qué necesito hacer para transformar esta situación?
¿Qué es lo que pasa con los resultados que te gustan? ¿Qué pasa con los resultados que no? Todo resultado tiene que ver con la forma en la que piensas y sientes.
Los resultados que tienes en este momento son consecuencia de lo que estás haciendo cada día.
Si no te está gustando los resultados que estás teniendo en tu vida, necesitas cambiar lo que estás haciendo.
Empieza a formarte en lo que haces para ser mejor. Aprovecha este momento para aprender más y prepararte. No te quedes viendo cómo los demás sí hacen cosas. No te esperes a ver qué pasa.
El tipo de resultados que tienes tienen que ver con tu actitud y a cómo respondes a situaciones.
Tus pensamientos generan emociones, tus emociones generan acciones y éstas resultados.
Tus resultados sólo dependen de ti. De cómo te estés moviendo. Puedes culpar a todo y a todos, pero quien está haciendo o dejando de hacer eres tú.
Tus resultados dependen también de las decisiones que tomes y de las que dejes de tomar. Todos los resultados parten de una decisión, ¿qué tipos de decisiones estás tomando?
Sé consciente de los resultados que estás teniendo y pregúntate qué acciones estás llevando a cabo para llegar a donde estás. ¿Qué emociones están guiando a tus acciones?
El miedo a veces te puede frenar y no te deja avanzar, por eso es importante cambiar y vivir en el aquí y en el ahora.
Busca qué es lo que te ayuda para estar en este estado emocional que te hace sentir bien.
Pregúntate:
¿Qué es lo que estás viendo? ¿Qué es lo que estás consumiendo?
¿Qué es lo que quieres que pase en tu vida hoy? ¿Cómo te quieres sentir?
¿Qué necesitas hacer para ser responsable?
¿Qué cosas diferentes te gustaría estar viviendo en este momento?
¿Qué puedes hacer para empezar a vivirlo así?
Todo empieza por un sueño. A partir de ahí empieza a ver qué vas a hacer para tener esos resultados.
Cuando estás bien te mantienes en una misma línea sin tener resultados más grandes.
Bien es el enemigo de extraordinario.
Cuando conviertes los problemas en oportunidades, las oportunidades comienzan a llegar a tu vida.
¿Qué tipo de resultados quieres?
